Los días 25 y 26 de febrero se celebró en Villa Lascaris, en Pianezza (Turín), la asamblea de los maristas italianos sobre el tema: ¿Cómo recuperar las relaciones fraternas en nuestras comunidades?. La iniciativa, fuertemente deseada por los Superiores y el Provincial, tuvo un comienzo difícil, pero el gran número de participantes (18 de 26 cohermanos) puso inmediatamente de manifiesto que el asunto era profundamente sentido y que las expectativas eran altas.
Esta asamblea no pretendía tratar asuntos de ministerio, sino más bien redescubrir el sentido de nuestro estar juntos. De hecho, intentamos, en un clima de apertura, superar las tensiones y el pesimismo que en los últimos tiempos nos han robado la esperanza y el placer de trabajar juntos en la Obra de María. Todos los participantes tuvieron la oportunidad de expresar sus dudas, problemas y esperanzas. Esta asamblea, que tuvo lugar al final de la visita del Provincial a las distintas comunidades, alimentó un espíritu de serenidad en los participantes.
La asamblea deja en manos de las personas y de las comunidades la construcción de la comunión fraterna en la vida ordinaria al estilo de la sinodalidad: una empresa siempre difícil, pero »posible» según la lógica de Dios y de María. La asamblea nos devolvió la confianza en que merece la pena volver a ponernos en camino juntos.
La colaboración con los laicos que nos rodean también ha contribuido sin duda a este resultado. Han respondido con espíritu constructivo a nuestros problemas y esperanzas. Un agradecimiento especial a Silvia (la facilitadora) y Carla (la intérprete) por la hábil organización de la sesión y la confianza con la que nos guiaron. A través de ellas sentimos, más que nunca, la presencia femenina de María en la Iglesia de Pentecostés y en las bodas de Caná. Gracias también a Kevin, por su presencia discreta pero importante. Juntos redescubrimos que, a pesar de nuestras limitaciones, con la ayuda de Dios, aún tenemos mucho que ofrecer a la Sociedad de María en Italia en el futuro.