HAZTE MARISTA
¿Puede ser esto para ti?
Todos buscamos un sentido a nuestras vidas.
¿Qué te esta llamando Dios a ser?
Los Maristas respiran el espíritu de María
Ser marista es ser la presencia de María en el mundo, encarnar cada día la sencillez, la humildad, la apertura y la compasión que María nos mostró a través de su vida.
Vivimos una vida fraterna alegre, y esa alegría y gratitud experimentadas y compartidas en la comunidad marista nos ayudan a vivir nuestro carisma, aumentan nuestra preocupación por la unidad y nos mueven a ser amables y acogedores.
Tenemos un espíritu misionero, basado en la unión íntima con Dios y el desapego de los bienes materiales. Buscamos ser el rostro materno de la Iglesia, sencillo, humilde, misericordioso, acogedor y sinodal. Como católicos, estamos llamados a anunciar el Evangelio y a ponerlo en práctica a la manera de María, mostrando el amor a prójimo.
Todos pueden pertenecer a esta familia de María, ya sea como religiosos, sacerdotes, hermanos, hermanas o laicos, casados o solteros.
»Pertenecen por elección graciosa a la familia de la bienaventurada María, de cuyo nombre se llaman Maristas».
(P. Juan Claudio Colin)
Como religiosos maristas formamos una congregación internacional de hombres (sacerdotes y hermanos) que viven en comunidad, compartiendo una vida de oración y misión.

Influimos en muchas personas a nuestro entorno a través de nuestras palabras y acciones. Ser una persona influyente como María, significa que servimos a los demás de una manera inclusiva y amable. Como Padres Maristas estamos implicados en muchos ministerios y proyectos diferentes.
Acción por la justicia social, la paz y el cuidado de la creación
Educación
Pastoral parroquial, capellanías y acompañamiento
Ministerio de Acogida
Misión en el extranjero
¿Cómo sé que Dios me llama a una vocación concreta?
»La oración es el aceite que mantiene encendida nuestra lámpara».
P. Juan Claudio Colin
Dios nos llama a cada uno de una manera única. Si quieres discernir cuál es su plan para ti, hay algunos signos comunes de que Dios te llama a una vocación:
Pensamiento o deseo persistente. Cuando hay una vocación particular que sigue apareciendo en tu mente, ya sea en momentos de oración o en la vida cotidiana.
Alegría y paz. Cuando estás discerniendo una vocación concreta y sientes alegría, emoción y paz, eso es un gran signo de la presencia del Espíritu Santo.
Afirmaciones positivas. Si tu familia, amigos u otras personas te dicen que serías un buen sacerdote, esposo o persona consagrado, presta atención a ese consejo porque Dios puede inspirarlo.
Abrir puertas. Cuando empieces a moverte en la dirección de la vocación a la que Dios te llama, Él enderezará ese camino; no sin dificultades, pero Dios hará posible que avances.
Crecimiento en santidad. Si empiezas a perseguir una vocación particular y te conviertes en una mejor persona, creciendo en virtud y amor a Dios y al prójimo, es una señal excelente.
Hacerse religioso marista es un camino
Discernimiento
El Compromiso de Fourvière
- Primer contacto
- Experimenta la vida en comunidad
- Conocer la espiritualidad marista
- Acompañamiento
Postulantado
En primera comunidad de Maristas en Cerdon
- Vida comunitaria
- Vida marista
- Estudios filosóficos
- Entrenamiento pastoral
Noviciado
Misiones en el medio rural Bugey montañas
- Estudios de las Constituciones, espiritualidad marista, vida religiosa
- Oración
- Internacionalidad
- Primeros votos
Teologado
Los maristas aceptan el nuevo territorio de misión de Oceanía (Pacífico Sudoccidental)
- Estudio de la teología
- Trabajo pastoral
- Espíritu misionero
Pasos finales
San Pedro Chanel es martirizado en Futuna, Oceanía
- Votos permanentes: compromiso de por vida
- Ordenación diaconal y sacerdotal
- Primeros años de ministerio