Nuestro ministerio aquí es contribuir a la vida de la iglesia local en el Espíritu de María. Lo hacemos visitando a los ancianos y a personas recluidas en sus casas, asistiendo a reuniones interreligiosas y encuentros ecuménicos. Realizamos servicios de apoyo a las parroquias locales, ofrecemos días de retiro a grupos locales y trabajamos en centros de acogida para refugiados y solicitantes de asilo. Como parte de la familia marista, apoyamos y animamos a los laicos maristas en su vocación.